El verano es el momento perfecto para realizar viajes interminables con la moto, aunque las vacaciones ya han llegado a su fin? La vuelta a la rutina ha traído infinidad de problemas en las motos derivados de la actividad realizada durante el verano, algo que se puede corregir con un buen mantenimiento. Hoy, te contamos cómo revisar la moto después del verano.
¿Qué debo revisar después de un viaje?
Un aspecto importante que debes revisar después de realizar un viaje con la moto es la presión de los neumáticos, es muy probable que haya bajado si has realizado una elevada cantidad de kilómetros. La presión a la que se deben inflar las ruedas de la moto depende de cada fabricante y aparecerá en el manual del usuario.
El líquido refrigerante es otro aspecto que se debe revisar después de un viaje, especialmente si has utilizado la moto en lugares calurosos. Un problema con el líquido refrigerante horá que la moto se caliente en exceso y puede causar problemas graves.
Un fallo en los frenos puede ser fatal, es por ello que debes revisar el estado de las pastillas de freno, especialmente si nunca se han cambiado o si son algo viejas. Esto se puede revisar mirando las pastillas con una linterna y comprobando el nivel de desgaste que presentan. Los viajes de montaña o con continuas pendientes suelen desgastar más de la cuenta los frenos.
El último elemento que debes revisar es el nivel del aceite del motor, un aspecto que se suele descuidar y que lleva a infinidad de averías que se podrían haber evitado.
Principales problemas de una moto después del verano
Los viajes con una elevada cantidad de kilómetros provocan que las motos sufran, aunque muchos de estos problemas no se notan en un principio. Los problemas con las pastillas de freno o la falta de líquido refrigerante y aceite del motor derivan en averías costosas, incluso pueden causar un accidente bastante grave.
En contra de lo que se puede pensar, los principales problemas de una moto después del verano no son demasiado graves: problemas en la batería, rotura de las luces de posición, freno e intermitentes, matrícula rota o averías en la luz de la matrícula (solo si se ha producido un pequeño choque o golpe), pinchazos o desgastes superficiales en las rodaduras de las ruedas.
El estado general de la moto se puede comprobar de una forma muy sencilla: tan solo hay que encenderla y dejarla en ralentí durante unos 10 o 15 minutos. Con esto comprobarás que los paneles de los mandos funcionan correctamente. Si la moto se apaga antes de los 10 minutos, es posible que algo no vaya bien, lo mejor será llevarla a un mecánico cuanto antes.
Poner a punto la moto para el día a día
Si has arreglado los posibles fallos de la moto después de las vacaciones de verano, es el momento de limpiarla a fondo. ¡Ahora ya estará lista para muchos viajes más!